La motivación inicial que me llevó a profundizar en la metodología de las escuelas bosque, surgió al estar investigando sobre aspectos innovadores en relación con la etapa de educación infantil. Llevo muchos años coordinando la formación práctica en escuelas infantiles de alumnos que cursan este ciclo de formación profesional y sentía cómo los parámetros urbanos en los que se mueven las escuelas no benefician el ritmo madurativo natural de los niños en cuanto a espacios, recursos, ratios, métodos, etc. La primera escuela bosque que descubrí fue Bosquescuela en Cerceda. Primera homologada por la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Establecimos un convenio de colaboración para que nuestro alumnado (futuros educadores infantiles) realizara sus prácticas educativas en este contexto natural.
Quedé tan maravillada, que viajé a Dinamarca (Holte) y Alemania (Friburgo) para vivenciar esta metodología y me hizo apostar aún más por ella.
Este modelo de escuelas al aire libre, dirigido a segundo ciclo de Educación Infantil (alumnos de 3 a 6 años), lleva funcionando desde mediados del siglo XX principalmente en los países nórdicos europeos. Surgen por primera vez en Dinamarca cuando Ella Flatau, salía cada día al bosque con su hijo pequeño y algunos niños de su vecindario. Poco a poco el grupo iba creciendo hasta que los propios padres y madres se organizaron para formar lo que sería en 1952 la primera escuela bosque infantil de Europa. Aproximadamente un 10% de las escuelas infantiles en Dinamarca son Bosque Escuelas. Son bastantes abundantes también en Inglaterra y Alemania.
Si nos remontamos a los pedagogos de la Escuela Nueva, muchos de sus pedagogos y filósofos, como Rousseau abogaban por educar en la naturaleza. Dar libertad y permitir hacer desde una observación atenta por parte del educador. Dicha libertad se materializa en un espacio y tiempos ilimitados que permiten al niño infinidad de acciones que los muros de las aulas y los horarios rígidos van coartando.
Prácticamente todo se trabaja al aire libre, fomentando la necesidad de movimiento y curiosidad que tienen los niños a estas edades.
A través de experiencias psicomotrices en la naturaleza, van desarrollando una base cognitiva y socioafectiva sólida. Está más que demostrado científicamente que en estas edades el movimiento es el protagonista del aprendizaje, por lo que obligarles a permanecer sentados en sillas dentro de aulas raquíticas puede tener consecuencias no deseables. La curiosidad que despierta la naturaleza es el eje que vertebra su atención para explorar. Sin atención y motivación intrínseca se sabe que no hay aprendizajes profundos. Realmente, ¿muchos de los diagnósticos de hiperactividad infantil son tales? ¿no será que no estamos ofreciendo a la infancia los elementos que canalizan un desarrollo saludable?
Os invito a profundizar mucho más en el siguiente enlace.
Sigo de cerca tus publicaciones y no quería dejar pasar este día tan especial para comentar sobre la metodología bosquescuela. Como compañero de viaje a Dinamarca y Alemania recuerdo con especial alegría la cara de felicidad con que empezaban la jornada, los espacios para el juego individual, el juego grupal, los momentos de concentración en las tareas, el respeto, el hablar pausado, el no gritar, la resolución de conflictos, el papel de los educadores; y muchas más cosas... Lo que más me impresionó fue la conciencia que desarrollan en el amor y respeto a la naturaleza ya que se educan en ella. De pequeños interiorizan de forma natural que "somos" naturaleza y que venimos de....
Nos queda mucho por reflexionar,…